¿Cómo cambiar el desarrollo de Catamarca?


Las restricciones, los “no” y los “por qué” de una provincia que puede más

Catamarca creció, pero no se desarrolló al mismo ritmo.
En las últimas dos décadas, duplicamos nuestra población, aumentaron los fondos nacionales y se incorporaron nuevas actividades —minería, olivicultura, agroindustrias—. Sin embargo, el resultado es el mismo: una economía dependiente del gasto público y una sociedad con profundas desigualdades.
La pregunta que debemos hacernos, más allá de las coyunturas, es estructural:
¿Cómo queremos vivir en los próximos veinte años?, cuando la población estimada será de 700 mil habitantes aproximadamente
Y, sobre todo, ¿qué estamos dispuestos a cambiar para lograrlo?


1. La primera restricción: los intereses consolidados

Existe un sector al que le va bien. Son quienes viven cerca del poder político o económico, con contactos, relaciones e influencia.
Para ellos, el cambio es un riesgo: nadie les garantiza que seguirán ganando o creciendo como hasta ahora. Si crece el país, crece catamarca sin menoscabar otros sectores, todos deben crecer armónicamente.
Esa es la primera barrera al desarrollo: el miedo de los que se benefician del statu quo.


2. La segunda restricción: la educación estancada

La educación superior se ha vuelto, en muchos casos, una educación tradicional, desvinculada de los nuevos modelos productivos y tecnológicos.
Seguimos formando jóvenes para un mercado laboral que se va agotando y descuida los mercados emergente.
El sistema, lejos de promover movilidad social, reproduce la desigualdad.


3. La tercera restricción: una estructura social conservadora

Catamarca conserva rasgos de una sociedad patriarcal y paternalista, donde el valor de una persona depende de su cercanía con el poder.
Los privilegios se concentran en pocos, aunque la esperanza de alcanzarlos se mantenga viva en todos.
Empresas, contratos y empleos suelen estar condicionados por relaciones personales más que por capacidades o proyectos.
En este esquema, la meritocracia es una ficción útil para mantener el orden establecido.


4. Desigualdades territoriales

Un pobre del interior catamarqueño es mucho más pobre que uno del Valle Central, y la distancia con un porteño es todavía mayor.
Estas brechas internas son un límite estructural para cualquier proyecto de desarrollo inclusivo.


5. El desafío central: cambiar la matriz económica

La pregunta clave es simple pero decisiva:
¿Cómo pasar de un PBI provincial sostenido por el gasto público a otro basado en la producción, la ciencia y el trabajo?

El verdadero desarrollo llegará cuando la economía catamarqueña se apoye en:

  • Industrias locales.
  • Innovación tecnológica.
  • Conocimiento aplicado.
  • Producción diversificada y asociativa.


Un enfoque regional para un nuevo desarrollo

El futuro de Catamarca no se construye solo, sino con una mirada regional.
El Norte Grande comparte historia, recursos y desafíos.

Ejemplos y oportunidades:

  • Economías productivas del NOA: Salta, Tucumán y Jujuy ya superan en peso productivo al gasto público.
  • Recursos compartidos: minería, agroindustria, energías renovables.
  • Universidades adaptadas: orientan sus carreras hacia la ciencia, la tecnología y la industria.
  • Región natural de intercambio: el NOA como primer mercado y espacio de cooperación.

La propia Constitución Nacional (artículo 124) habilita a las provincias a crear regiones de desarrollo económico y social.
Esa es una puerta abierta que Catamarca puede y debe cruzar.

6. Necesidad de nuevas voluntades

Para romper las resistencias del poder establecido, hace falta una nueva generación de voluntades.
Dirigentes, empresarios, docentes, trabajadores y jóvenes que quieran vivir en una sociedad más justa y próspera.
No se trata de empezar de cero, sino de recuperar lo mejor de nuestras experiencias colectivas: el PEC, el COPES, la Reforma del Estado, la participación ciudadana.

Como entonces, sigue vigente la conclusión central del PEC:

“El recurso más valioso de Catamarca es su gente.”


Pensar y actuar

Catamarca no cambiará por inercia ni por decreto.
Cambiará cuando cada uno de nosotros —desde el aula, la empresa, el taller, la comuna o la profesión— asuma el desafío de pensar distinto y actuar en consecuencia.
El futuro no está escrito: lo estamos escribiendo hoy, con cada decisión que tomamos o evitamos.


¿Qué lugar querés ocupar en ese cambio?

Comentarios

  1. Sería importante incluir en el desarrollo de un proyecto político a las familias rurales, quienes viven en la tierra, de generación tras generación. Pueblos indígenas y comunidades campesinas, que generan alimentos de calidad para el comercio local. Eso es una de las fortalezas de Catamarca, además de la belleza y riqueza de la gente del campo, sus alimentos y productos, generan identidad algo importante en tiempos de desencanto. El arraigo y la proyección de vida en el campo debe ser una prioridad de la política pública.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Perspectivas de la Ruta del Litio hacia Salta y el anuncio oficial de una nueva inversión de la ruta 43

Catamarca partida: pobreza, desigualdad y centralismo en los márgenes del país

Milei, Bacchiani y la sospechosa muerte de “Rojita”