Neoliberalismo: la dictadura que nunca terminó
Del brujo a Milei: medio siglo de neoliberalismo y represión
Desde Isabel de Perón y el "brujo" José López Rega, el ministro de Economía Celestino Rodrigo; José Alfredo Martínez de Hoz y la dictadura cívico-militar; Carlos S. Menem; hasta Javier Milei.
"El neoliberalismo es una estrategia general de reducción de lo social, así como de explotación y acumulación monopolista que se remiten al territorio delimitado de lo que se concibe como asocial, presocial, postsocial, desocializado."
Rasgos del neoliberalismo
- Desmantelamiento de lo social: educación, salud, empleo.
- Naturalización de la desigualdad.
- Disciplina y control estatal al servicio del capital.
- Reducción del Estado a un rol vigilante y represivo.
- Supeditación de lo social al mercado.
El Estado neoliberal es lo que Thomas Hobbes llamó el “Leviatán”, un monstruo bíblico utilizado por el filósofo para justificar la existencia de un Estado absolutista que somete a sus ciudadanos y garantiza la desigualdad.
Más que una crítica, una advertencia
Si el neoliberalismo es todo eso —y mucho más—, y si hoy nos gobierna, no alcanza con enojarnos: debemos actuar. No basta con señalar a Milei como dictador, narcocapitalista, sátrapa o vendepatria. Lo que lo define es su adhesión al neoliberalismo y sus políticas de ajuste.
Debemos oponernos, sí, pero también proponer políticas que nos devuelvan:
- Un país justo
- Una democracia al servicio de todos
- Una justicia social que contenga a todas y todos
El peronismo como blanco del neoliberalismo
El peronismo, entendido como justicia social y democracia igualitaria, es constantemente atacado por el liberalismo y el neoliberalismo. No se trata solo de figuras como Perón y Evita, sino también de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, quienes implementaron políticas distributivas, generaron trabajo y mejoraron el bienestar popular.
El verdadero objetivo del ataque es todo lo que prioriza lo social, lo popular, lo distributivo y la justicia social.
Reivindicaciones del actual gobierno
El actual presidente reivindica:
- A la dictadura cívico-militar
- A Margaret Thatcher (responsable del crimen de guerra del Crucero General Belgrano)
- A Carlos Menem y su ministro Dromi, quien afirmaba: “Nada que deba ser estatal permanecerá en manos del Estado”.
Incluso Martínez de Hoz reconoció que las reformas neoliberales implementadas durante el menemismo superaron a las que intentó durante la dictadura:
“Es increíble lo que no pudimos hacer en la dictadura, lo realicé en un gobierno democrático”.
La represión como condición del ajuste
Nada de esto fue posible sin represión:
- 30.000 desaparecidos
- Torturas, fusilamientos, presos políticos
- Vuelos de la muerte
- Centros clandestinos de detención: más de 600
- La represión comenzó incluso antes del golpe de 1976, con Isabel Perón y López Rega
En 1975, Celestino Rodrigo llevó a cabo la primera gran devaluación (100 %).
Villa Constitución: el gerente de ACINDAR, Martínez de Hoz, pagaba a los represores. 68 desaparecidos. Primer "campo de concentración" para obreros. 200 detenidos arbitrariamente.
El saldo del neoliberalismo
Los gobiernos de Isabel Perón, la dictadura, Menem y Milei han compartido una misma matriz:
- Destrucción del Estado
- Endeudamiento con el FMI
- Pobreza estructural
- Jubilaciones mínimas
- Hambre y desocupación
- Escasa resistencia social organizada
¿Qué hacer?
Movilizarnos. Participar activamente en política. Ejercer la solidaridad con los más afectados: jubilados, desempleados, jóvenes, personas en situación de calle o pobreza.
Los partidos tradicionales están atravesados por el neoliberalismo. Funcionan con lógica de mercado, capturados por empresarios, familias políticas, grupos económicos e intelectuales funcionales al poder.
Un llamado a la acción solidaria
No importa qué ideologías tengas: la solidaridad debe movilizarnos.
En esa participación surgirán nuevas banderas.
“No preguntemos quiénes son aquellos que se movilizan, son nuestros también, seguro.”
Hernán M. Colombo.
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