La tensión irreductible: entre el poder y el ser social

¿La política nos divide o puede unirnos? Un estudio reciente de la UBA sobre creencias sociales mostró algo esperanzador: cada vez más mujeres se interesan por la política. En solo dos años, creció un 17 % el número de argentinas que aceptan compartir ideas políticas distintas en sus vínculos. La mayoría no quiere polarización. Respeta otras posturas, convive con ellas en la familia, en el trabajo, en las amistades. Porque lo político no es sinónimo de pelea, sino de decisiones que nos atraviesan. Y porque cuando hablamos con el otro, lo hacemos desde nuestra historia, nuestra “vertiente”. Beber de una vertiente es beber agua fresca: nos da seguridad, sentido, pertenencia. Eso no se borra fácilmente. Forma parte de lo que somos. A veces nos alejamos de esas raíces buscando crecer o escapar, pero algo siempre nos devuelve a ellas. Y ahí vuelve la pregunta: ¿Cómo recreamos el espacio social común, sin que nos incendien el alma los que siembran odio? Lo social hay que construirlo ca...