Recuperar el espíritu del Fondo Compensador Minero: una deuda histórica con Catamarca
En los primeros meses del gobierno de Fernando de la Rúa, a fines de 1999, se vetó el proyecto de ley del Fondo Compensador Minero, una herramienta que hubiera cambiado la historia fiscal y el desarrollo regional de provincias como Catamarca. Aquella decisión, tomada bajo la lógica del ajuste y la recentralización de recursos, dejó trunca una posibilidad concreta: que la riqueza generada en las zonas de explotación minera se tradujera en obras, infraestructura, empleo, educación y calidad de vida para las comunidades directamente involucradas.
Hoy, más de dos décadas después, la discusión vuelve a ser urgente. Catamarca es una de las provincias con mayor actividad minera del país —litio, oro, cobre, boratos— y sin embargo sigue recibiendo apenas una fracción mínima del valor que genera. Y tiene razón. La provincia propietaria del recurso no puede seguir siendo invitada de piedra mientras Nación concentra la mayor parte de la renta.
Por qué recuperar el Fondo Compensador Minero hoy
La idea original del Fondo era simple y profundamente justa:
Que las provincias donde se extraen los recursos naturales reciban una compensación directa, automática y no discrecional de la recaudación minera nacional.
Que esa compensación financie infraestructura estratégica, diversificación productiva y desarrollo social en las regiones afectadas.
Que la minería no sea un enclave aislado, sino un motor de desarrollo territorial.
Ese espíritu conserva absoluta vigencia.
Por el contrario, lo que hoy existe es un sistema fragmentado:
- Nación retiene más del 80 % de la recaudación impositiva asociada a la actividad minera.
- Las provincias, dueñas constitucionales del recurso, reciben una porción muy pequeña.
- Los municipios donde operan los proyectos —los que soportan el impacto ambiental, social, demográfico y territorial— reciben muchísimo menos aún.
Es un esquema fiscal histórico que reproduce la desigualdad regional y que debilita la capacidad de las provincias para planificar a futuro.
Catamarca: riqueza estratégica con ingresos pobres
Catamarca aporta litio, oro, cobre y tierras raras que no tributan renta alguna (la importancia de estas tierras es estratégica para la industria moderna, especialmente en la fabricación de productos electrónicos como smartphones y baterías de vehículos eléctricos) a la economía nacional; sin embargo, sigue estando condicionada por una estructura productiva estrecha, gasto público dominante, salarios bajos y una infraestructura que no acompaña el crecimiento demográfico.
La renta minera podría corregir esas asimetrías, pero el modelo actual no lo permite.
Recuperar el Fondo Compensador Minero implicaría:
- Mayor autonomía financiera provincial.
- Inversión sostenida en rutas, energía, agua, conectividad, viviendas, escuelas técnicas.
- Desarrollo de pymes proveedoras y cooperativas locales.
- Redistribución territorial, equilibrando la relación centro–periferia.
- Estabilidad social y económica en los departamentos mineros.
Es decir: transformar la riqueza mineral en riqueza social y económica.
Una decisión política, no técnica
La discusión ya no es económica: es política.
Catamarca necesita, por derecho y por historia, un sistema más equitativo. Y recuperar el espíritu del Fondo Compensador Minero permitiría corregir una injusticia que lleva más de 25 años.
Lo que se planteó y se vetó en 1999 —en plena hegemonía del neoliberalismo y el ajuste— hoy debe volver a la agenda legislativa. Porque si la minería crece y el país la necesita, entonces Catamarca también debe crecer. Ningún modelo es sostenible si sacrifica a las provincias que sostienen la producción real.
No se trata de pedir favores ni de llorar al margen del sistema.
Se trata de reclamar lo que corresponde:
que la riqueza generada en Catamarca sirva para desarrollar Catamarca.
Recuperar el espíritu del Fondo Compensador Minero es un acto de justicia fiscal, histórica y federal. Una reparación pendiente que puede convertirse en el eje de una nueva etapa de desarrollo.
Comentarios
Publicar un comentario